jueves, 26 de marzo de 2009

A la orilla de un río

Ricardo Lindo
El Salvador

A la orilla de un rio haremos un canto.
No importa qué río sea.
Puede ser el Támesis o un riachuelo.
Puede ser el Amazonas o un riachuelo.
A la orilla del rio haremos canto.
Para nadie será nuestro canto.
Será para el rio,
y lo envolverá el rio en sus ondas sinuosas,
y lo llevará lejos, como el mar a los mares.
A la orilla del rio haremos un canto.
Quizás alguien lo encuentre en otra orilla lejana,
Y no sepa qué dicen sus palabras,
pero lo escuchará y sabrá que es un canto
y dirá: “Este canto no ha de ser para un río.”
A la orilla de un rio haremos un canto,
y no importa quién lo oiga o si no lo oye nadie,
más quizás calme los cansados pasos
de un hombre que pasa,
o de una mujer grávida lavadora de ropa
o quizás incite el gorjeo de un pájaro,
o impulse la canoa del pescador callado.
Hemos hecho este canto a la orilla de un río.
Envuelto sea en las ondas que pasan.


viernes, 13 de marzo de 2009

Antes de despertar

Ricardo Lindo
El Salvador

Oigo caer la luz
tan lenta,
cañería adentro del sueño.
Desamparados transeúntes
agitan sus paraguas contra la aurora.
La arboladura
del barco de la noche
en el cristal del aire
golpea sus banderas y se aleja.
En el túnel del año que desciende
llueve silencio.
Es todo tan extraño.