lunes, 2 de junio de 2008

El broche de oro


Mauricio Orellana Suárez



Al día siguiente de sufrir el aborto, Magali se lució en la cocina, según dijo "para cerrar con broche de oro" la reconciliación con su novio.
Todo estuvo exquisito: la carne, el arroz, la ensalada, el vino... y ese extraño y delicioso postre.
La plática de sobremesa giró alrededor de la magistral obra de Goya, específicamente del famoso cuadro aquel: Saturno devorando a uno de sus hijos.

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