lunes, 7 de julio de 2008

Amor villano


Hugo Izarra

España


El amor en Villa Somier
es frío y mecánico como

un anuncio de desodorante.

Los amantes se besan pisándose

la punta de los pies, de modo tan

artificial que podrían ser figurantes

de cualquier estúpida película romántica.


Para las niñas de Villa Somier, las calles

son sólo el escaparate donde lucir

sus vestidos de marca, sus gafas

de sol, sus novios bronceados,

su sonrisa blanca de primera

comunión. Sin saberlo, son

flores de una escombrera.

2 comentarios:

Hugo Izarra dijo...

Y a mí que este señor de gafas me suena un montón...

escuento dijo...

Pués será que eres tú, poeta!