Ricardo Lindo
El Salvador
Reconstruí,
Desangrandolo aire solo
al aire del enjuto ciprés.
Alto,
más alto
contra las sombras del muro protegiéndome,
rogando con un ruego de plegarias y de cólera,
vi al joven poeta marchar a la desgracia.
Y nubes recogieron
la palabra que ya no pude pronunciar.
¿Esa pasión u otra tenían su sentido?
¿Pero tiene razón,
La vida,
sin pasión?
¿Era mejor arrojarse al fuego ferviente de la vida,
que tan fácilmente da la muerte,
o al pozo de las dudas infinitas?
Nadie decide su destino,
y el tiempo a cada uno da,
justa o injustamente,
una leyenda o un olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario