domingo, 30 de noviembre de 2008

La historia le dará su lugar a Nelson Brizuela

(Foto: Nelson Brizuela, a la espera de un poema)


por Mauricio Vallejo Márquez
Es verdad que la guerra nos arrebató a grandes hombres y mujeres. Entre ellos muchos artistas que dejaron casi toda su obra en alguna pluma o en sus mentes. Algunos pudieron legarnos hermosos versos que se mantienen ocultos a falta de buenas políticas editoriales, ese es el caso de Nelson Brizuela.

Brizuela fue miembro de la Cebolla Púrpura junto a Jaime Suárez Quemaìn, Mauricio Vallejo (padre), Rigoberto Góngora y otros que con sus plumas sagaces no sólo parieron hermosos versos o prosas, sino también mordaces comentarios, sentidas opiniones acerca de las injusticias que se veían a diario en nuestro pequeño El Salvador tan lleno de odios e ignorancia.

Nelson Brizuela nació el 24 de julio de 1955 en San Salvador, donde creció a lado de sus padres Lidia Erazo de Brizuela y Miguel Angel Brizuela (Q.E.D.). Desde muy joven demostró su intensa vena poética y musical, además de ser un excelente estudiante que brillo siempre por sus notables calificaciones, sobre todo en la Escuela Joaquín Rodezno. Como todo amante del arte, Brizuela ahorró hasta que pudo comprarse su primera guitarra y con tenacidad aprendió solo a tocar su instrumento y pasaba las horas entre cuerdas y voces, versos y metáforas.
Fue en esos años en los que estudió secundaria en el Instituto General Francisco Menéndez y con el desinteresado apoyo de la maestra doña Lilián Colato de Aguilar, que junto a los poetas Antonio Rodríguez, Mario Noel Rodríguez y Adolfo Castaneda publica sus primeros versos dentro del poemario "Nuevos Poemas" publicado en Octubre de 1973. Allí comienza su vida de publicaciones.
Curiosamente Brizuela no se decidió a estudiar una carrera relacionada con la literatura, sino todo lo contrario y en 1973 se graduó como contador público del Instituto Miguel de Cervantes.
Poco tiempo después ingresó a la Universidad de El Salvador, en la cual estudió Economía. Lamentablemente no pudo concluir esa carrera debido a las responsabilidades familiares que como buen hombre de familia cumplió hasta donde pudo.
Mientras se desenvolvía con los números, Brizuela fue ganador de los juegos florales de Zacatecoluca en una ocasión. Y más tarde su trabajo literario fue publicado en la antología poética La Margarita Emocionante publicada por la Editorial Universitaria en 1979.
Al llegar 1980 la vida del poeta dejó de ser igual y la muerte de Jaime Suárez Quemaìn afectó su vida. El 30 de agosto de ese mismo año y con el corazón en la mano decide asiliarse en Nicaragua, donde la bohemia fue su amiga inseparable. Pero, no olvida su país y en sus escritos siempre está presente:
"En sus escritos revela sus interminables noches (en los cafés) de Bella Napoles, de Lutecia, de Alcázar, de las calles de San Salvador, de su Barrio Belén, de sus padres y hermanas, de la pobreza y del llanto, de la lluvia, de la injusticia y crueldad del gobierno en turno y también de la esperanza de un tiempo mejor", Afirma Beatriz Brizuela, hija del poeta.
El poeta siempre fue un conciliador y un "pan de Dios", como afirma Mario Noel Rodríguez, pero el 7 de agosto de 1990, víctima de un accidente cae de un autobús en Managua, perdiendo la vida.
Brizuela jamás imaginó que volvería a su natal San Salvador en un ataúd dejando sus escritos al resguardo de sus hijos y familiares que esperan que Nelson Brizuela ocupe el lugar que merece dentro de las letras nacionales, como un eslabón más de esa larga cadena de escritores salvadoreños que la historia había olvidad y hoy lo recuerda.

Extraido de http://vallejomarquez.blogspot.com

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Homenaje a Nelson Brizuela y Alfonso Hernández



por Mauricio Vallejo Márquez

La Generación Olvidada pronto tendrá otro nombre, uno que la misma historia literaria le de a estos escritores que murieron durante la guerra. Algunos los llaman los poetas guerrilleros, otros los denominan la Generación de guerra. Cualquiera que sea el nombre que quede al final de estos diversos escritores y escritoras que les arrebataron sus vidas en su plena primavera deben de ser recordados como lo que son: un eslabón más en la gran cadena de la literatura salvadoreña.

Como parte del proyecto Rescatando una voz del silencio la Juventud en Pro de las Artes Contemporáneas (JAC), el taller de Literatura de la Universidad Evangélica de El Salvador (TLUEES) y el Foro Permanente de Escritores de El salvador (FOES) le brindarán un merecido homenaje a los poetas: Nelson Brizuela y Alfonso Hernández.

El homenaje consiste en un conversatorio en el que familiares y amigos de los poetas expondrán anécdotas de estos personajes. También se presentará un vídeo de los escritores y se leerá material poético de los homenajeados y de escritores invitados.

sábado, 4 de octubre de 2008

Hilda y el viento


Por Mauricio Vallejo Márquez

El Salvador


El viento puede moverse con lentitud y suavidad, a veces también puede ser calmo y casi imperceptible, otras tantas puede ser violento. Sin embargo no importa lo que haga y como sea siempre será imperceptible a los ojos, pero nunca a los sentidos, al mundo, al agua y al polvo. Así es la poesía de Hilda Flores.

Hilda no es novata en el mundo de las letras, pero con humildad se va abriendo paso en un mundo de literatos modernos que desprecian la preceptiva a cambio de la fama efímera. En cambio Hilda es una poeta con una increíble sensibilidad que conmueve. Pocas veces un poema me ha llenado de esa sensación que dan los verdaderos poetas como Luis Cardoza y Aragón, Jorge Luis Borges, César Vallejo, Hugo Lindo, Pablo Neruda, Jorge Enrique Adoum y otros. Sin embargo Hilda lo ha logrado con algunos versos como los publicados en http://es-poesía.com/ , donde podemos apreciar un material digno de cualquier antología.

el nombre completo de la poeta es Hilda Concepción Henríquez de Flores, ella nació en San Salvador el dos de julio de 1942 y jugó cuando niña en lo que ahora es la Universidad de El Salvador, justo frente a lo que ahora es la facultad de Medicina. Hilda cuenta con total ecuanimidad que aún se encuentra en ese lugar el árbol en cuya sombra jugo casi toda su niñez.
Además de poeta es profesora graduada de las Escuelas Normales y durante 30 años se encargó de formar jóvenes.

Hilda no es inédita, en el 2000 publicó “La Ventana Encantada” y esperamos que en el futuro podamos apreciar muchas más obras de ella. Mientras les presento un par de sus poemas:


POEMAS DE LA NOSTALGIA


POEMA 1

Se me acerca en el viento
la soledad del pájaro perdido,
el desamparo de la flor marchita,
la noche que no cesa.

Y mi alma en su desvelo frío
quisiera desatar el nudo que la abraza.
Tanto dolor no quiere de la rosa,
anhela la redención del beso.




POEMA 2

Viene como una mano que sofoca todo.
Comprime el aire y la belleza,
destroza la armonía del silencio.
Penetra en mí el pálido acento
de las palabras muertas.
Una raíz sin rostro
me lleva hasta el rocío,
juntas lloramos
por un dolor desconocido.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Virtualidades de la obra de Roque Dalton


Luis Alvarenga

El Salvador

Es evidente que la obra de Roque Dalton se caracteriza por ser compleja. Posee unas virtualidades que aún no han sido exploradas por la crítica. Ésta ha partido de las presuntas contradicciones que caracterizarína esa obra: militancia y vocación poética, cosmopolitismo y localismo, ortodoxia y heterodoxia ideológica y poema y panfleto. A partir de esas presuntas contradicciones, ha sido usual escoger uno de los polos enfrentados y de ahí ensayar una lectura que pretendería rescatar lo «esencial» de la obra daltoniana. Así, por ejemplo, aquella crítica que privilegia aquella parte de esa obra que expresa de manera inmediata los ideales de transformación social del autor, de alguna manera optan por excluir del análisis aquellos textos que cubren otras preocupaciones vitales del poeta. Por otro lado, la crítica que ve en el Dalton como un hombre escindido entre su militancia revolucionaria y su innegable vocación poética, consideran tácitamente que lo esencial del escritor residirá en aquellos textos de mayor calidad poética.

Ambas visiones son parciales. Ciertamente, en Dalton había tensiones de carácter político, estético y existencial —su biografía lo confirma—. Pero eso no justifica que libros tan disímiles en calidad y en intención como El mar y Las historias prohibidas del Pulgarcito sean manifestaciones de un yo literario esquizofrénico. La totalidad de la obra de Dalton —que abarca el ensayo, la crítica literaria y el análisis político— es muestra de una preocupación intelectual por dar cuenta de la realidad. El ideal raigal en el autor de Los pequeños infiernos es el de hacer de la poesía una forma de vida. Por ello, reiteradas veces, biografía y creación se entrecruzan en Dalton. Hacer de la poesía una forma de vivir plantea el desafío de buscar una visión poética de la realidad, una metafísica poética de la realidad. Pero no es solamente un ejercicio intelectivo: en Dalton hay una marcada opción ética por la liberación de las mayorías populares. Por lo tanto, la articulación poética de una visión de realidad está en función de esa liberación.

Este es un punto donde mucha de la crítica suele hallar un escollo. Suele entenderse liberación en un sentido político muy limitado. En Dalton, esa liberación será proyecto político, pero también una liberación vital y poética. Vital, en tanto la actitud de Dalton hacia la vida será la de la búsqueda de plenitud, de una vida auténtica. Poética, porque comprenderá que todo intento de liberación será limitado si el lenguaje no está emancipado de esquemas opresivos. En el poema en prosa Con palabras hará un interesante planteamiento al respecto. Pero también es una liberación poética, porque asumir su condición de poeta llevará a Dalton a entregarse a la utopía revolucionaria. Eso es patente en toda su obra.

La obra de Dalton también es rica en problematizaciones sobre distintos aspectos de la realidad, que no solamente abarcan lo político. El libro Los hongos, dedicado al poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, plantea la religión como problema. Y su planteamiento dista de ser la fácil respuesta de la escolástica marxista leninista al uso. En su enfoque sobre la religión, el Dalton de Los hongos desplegará, más que soluciones, desafíos, articulados a base de ironía, episodios autobiográficos, referencias históricas o teóricas —desde Nietzsche a Merleau-Ponty— y un lenguaje complejamente tratado.
El camino está, pues, abierto. Toda crítica que quiera acercarse a las múltiples virtualidades de la obra de Dalton deberá hacer un esfuerzo por partir de una visión estructural y no parcial, compleja y no escindida, de esa obra. De esta manera podremos nutrir nuestro pensamiento del valioso legado de uno de los más grandes poetas salvadoreños.

sábado, 30 de agosto de 2008

un justo homenaje para Jaime Suárez

Por Mauricio Vallejo Márquez

El café La Lumbre estuvo llena el sábado 30 de agosto. La noche era dedicada al poeta y periodista Jaime Suárez Quemaìn dentro del marco del proyecto Rescatando a unna voz del silencio que pusó en marcha desde principios de agosto la Juventud en Pro de las Artes Contemporáneas (JAC). Suárez, un poeta miembro de la Generación Olvidada que junto a autores como Mauricio Vallejo, Nelson Brizuela, Rigoberto Góngora, José María Cuellar, Lil Milagro Ramírez, Alfonso Hernández y artistas de la talla de Tamba Aragón y Roberto Franco enriquecieron nuestro país con su arte.

El homenaje inició con la canción Cantares interpretada por el guitarrista Carlos Rubio Calles que interpretó varias melodías y habló acerca de la importancia de la Libertad de expresión, uno de los temas por los que a diario Quemaìn luchó.

La biografía de Quemaìn fue escuchada de labios de sus sobrinas Sonia y Sandra, quienes se turnaron también para leer sus versos. El poeta Ricardo Castrorrivas compartió más de una anécdota que vivió junto al poeta.

Al evento se hicieron presentes varios familiares de Suárez Quemaìn; el obispo Medardo Gómez junto a su esposa; los poetas Otoniel Guevara, Luis Melgar Brizuela, Miguel Ángel Chinchilla, Roberto Quezada; el pintor Iván Cerritos; el actor Amilcar Flor; las familias de los poetas Mauricio Vallejo y Nelson Brizuela y público en general

jueves, 28 de agosto de 2008

Programación de la Rayuela

Agosto 2008

En el CCR

Café Cultural La Rayuela

Miércoles 26/7:00 p.m.

Cine-forum: Película El Perfume



Jueves 28/7:00 p.m

Micrófono abierto para la música



Viernes 29/7:00 p.m

Viernes Poético

Poeta invitado: Nilson Alas

acompañado del músico mexicano Ariosto Montesino.



Sábado30 /7:00 p.m

Concierto de jazz

Con el Grupo ESEBE

Sergio Dinarte y Beto Zamora



CCR CAFÉ CULTURAL LA RAYUELA

Exposiciones, talleres, música, recitales poéticos.

1ª Calle Poniente. No 1-3

Una cuadra al Poniente Posada Santa María,

Iglesia Concepción, Frente tienda el Cirquito.

Santa Tecla. Cel+(503)72829198 con René Chacón

o José Márquez 787-081-65

cafe.la.rayuela@gmail

jueves, 21 de agosto de 2008

Jaime Suárez y la libertad de expresión

Por Mauricio Vallejo Márquez

Como lo hacia a diario, el poeta y periodista Jaime Suárez Quemaìn bebía café en Bella Nápoles, muy cerca de donde se encontraba la redacción de la Crónica, periódico del que él era el jefe de redacción. Acababa de darle un sorbo a su taza cuando el fotoperiodista César Najarro entró en el local y al ver a Suárez decidió ir a saludarlo. En ese momento entraron dos hombres, que acababan de salir de un taxi, se acercaron a los periodistas y uno se quedó tras Suárez y le tocó la espalda. Al levantarse Suárez el otro hombre le puso unas esposas, inmediatamente hicieron lo mismo con Najarro. Era la tarde del 11 de julio de 1980. El silencio reinó en el Café Bella Nápoles, así como sucedía en la mayoría de calles, casas y parques de El Salvador. El 12 de julio fueron encontrados ambos cuerpos en la entrada de Antiguo Cuscatlán. Ambos habían sido cruelmente torturados, Suárez había recibido varias cortadas con machete en la espalda, también le habían abierto el abdomen, además tenía varios golpes en su tórax, rostro y extremidades y un agujero de bala muy cerca de uno de los orificios de su nariz. Su sobrina Sonia Martínez Suárez junto a otros familiares lo llegó a reconocer.

Meses antes de que lo mataran llegaron donde el hermano, que era coronel, y le arrojaron un ejemplar de La Crónica frente a él. Con evidente enojo le dijeron: “decile a tu hermano que deje de escribir esas cosas, sino le vamos a dejar un mensaje en La Crónica”.
Un día se detuvieron dos vehículos frente a La Crónica, bajaron la puerta de la cama de un pick up y tomaron posición para empezar a ametrallar las instalaciones del periódico. A pesar de este aviso, Suárez siguió escribiendo.
Cuentan que la esposa del dueño del periódico le mostró a un visitante oficial la oficina de Suárez. Un par de días después, cuando estaban imprimiendo el medio llegaron un par de hombres y ametrallaron desde afuera la oficina de Suárez. A él no le pasó nada porque se encontraba supervisando la edición. Cuando los sujetos se fueron, el poeta subió a su oficina y recogió los casquillos y dijo: “me voy a hacer un collar con estos bolados”.
Un día volvieron a llegar donde su hermano, el coronel, y le dijeron que ahora el aviso se lo iban a dar directamente a Suárez y que le dijera que dejara de escribir. Ante la amenaza se reunió toda la familia y le pidieron que saliera del país. El poeta dijo: “si mataron a Monseñor Romero, quien soy yo”.

Suárez quien nació el siete de mayo de 1949 era un verdadero luchador en contra de la injusticia. Sus actos siempre demostraban además de esa inclinación un fuerte deseo por defender los derechos de los salvadoreños. A diario lo demostraba en su trabajo donde literalmente se jugó la vida. Todo atropello contra los Derechos humanos, cada injusticia, cada verdad era publicada sin importar el precio que tuvo que pagar con los días. Se convirtió en un símbolo de la libertad de expresión.
“Es tan sucio el que pone las cadenas como el que lo acepta como algo sin remedio”, afirmó en su momento Suárez, una frase que es vista con normalidad en pleno 2008, pero a finales de 1970 el sólo hecho de pronunciarla en voz baja era suficiente para dejar de vivir.
Sus palabras eran leídas a diario no sólo por sus simpatizantes, sino también por sus enemigos que un día no pudieron tolerar más sus comentarios y decidieron acabar con él. El 13 de julio de 1980 el periódico español El País destacaba el asesinato de Suárez:
“El secuestro de Suárez Quemain y Najarro ocurrió apenas cuatro horas después de que un grupo de familias campesinas llegadas del norte del país, bajo la protección armada del grupo izquierdista Ligas Populares Veintiocho de Febrero, ocuparan ayer la Embajada de Costa Rica en esta capital, para «denunciar al mundo la represión del Ejército contra los campesinos». Un policía que custodiaba la sede e intentó impedir la ocupación fue muerto de un tiro”, escribió Carlos María Gutiérrez.

La sopa del chucho
Jaime Suárez fue un maestro por naturaleza. Enseñó durante algunos años en los aulas de algunos centros escolares, pero también instruyó a varios escritores e intelectuales de la época, entre ellos la cantante y antropóloga Lorena Cuerno e incluso a mi padre, Mauricio Vallejo, quien lo conoció por medio de mi abuelo Oscar Antonio Vallejo cuando Suárez y él trabajaron juntos para el Ministerio de Educación.
Jaime le decía a sus amigos: “Vamos a comernos la sopa del chucho”, cuando los invitaba a comer en su casa, porque su madre, Carlota Quemaìn vda. De Suárez tenía un perrito que no comía si no le preparaban una sopa de carne de res o de pollo. Así que los poetas llegaban a diario a comer y se escuchaban las platicas de: Ricardo Castrorrivas, Nelson Brizuela, Mauricio Vallejo, Rigoberto Góngora, entre otros.
También recomendaba lecturas a los jóvenes escritores que se reunían con él en el café bella Nápoles como era el caso de los hermanos Galeas.
Suárez fundó junta a Alfonso Hernández, Rigoberto Góngora, Mauricio Vallejo, Humberto Palma, Jorge Mora San, los hermanos Galeas, Nelson Brizuela, David Hernández y Chema Cuellar, entre otros, la revista literaria La cebolla púrpura, que gozó de mucha simpatía por varios años. Todo esto mientras desarrollaba su trabajo como periodista de La Crónica.
Su oficio literario lo compartió con muchos, entre ellos sus vecinos. Cada uno de ellos tuvo el honor de que el poeta le dedicara un poema en la serie Mis Vecinos.
En la escena poética, Suárez se dio a conocer al ganar un certamen estudiantil nacional en 1970, desde entonces no soltó la pluma y escribió poemas, teatro, además de sus incisivos artículos de opinión.
"Cuando asistas a la universidad ten presente que manos de albañiles la construyeron, que detrás de cada libro hay manos de tipógrafos que, aunque no te conocen, piensan en tí en cada letra que colocan, que detrás de una regla de cálculo, de una probeta y hasta del lápiz que ocupes: hay manos obreras. No los defraudes volviéndoles la espalda. Si algún día te toca anteponerle a tu nombre la palabra "doctor" o "licenciado" que no sea para estar en alianza con el gangster", afirmaba Suárez.
Entre sus libros destacan: Un disparo colectivo, poesía, edición póstuma. San Salvador, 1980, El discreto encanto del matrimonio, teatro, 1980 y Lienzo abstracto, poesía, inédito, 1980. Además de muchos trabajos más publicados en periodicos y revistas de la época.


La lucha
Jaime Suárez Quemaìn no fue un boxeador, seguramente nunca se puso los guantes ni buscó el ansiado ranking de una Federación amateur o profesional, quizá apenas sabía un poco de palabras como: rectos, ganchos. Tal vez ni le interesaba ver las peleas tanto como escribir. Pero tenía sangre de boxeador y la de una de las mayores glorias boxísticas de nuestro país. Quizá por ello él fue tan combativo. Su padre fue Alejandro de la Cruz Suárez quien figuró como campeón centroamericano en 1939.
Dentro de su poemario Un disparo Colectivo encontramos un poema conmovedor llamado Un Round a tu recuerdo, donde habla de su padre, de lo orgulloso que en ese momento se encontraba de tener un padre como él, un boxeador heroico y al que le dedicaba su vida. Cuenta su familia que lo escribió un día en que se iba a suicidar, pero al ver el retrato de su progenitor en la pared en lugar de acabar con su vida tomó una pluma y comenzó el poema. Un hermoso poema de Suárez que cobra aún más sentido al conocer la historia que le vio nacer.
Así como su progenitor tuvo la vida de un verdadero luchador, uno que peleó contra la libertad de expresión, contra el miedo y habló sin ataduras:
“Es tan sucio el que pone las cadenas como el que lo acepta como algo sin remedio” afirmó Suárez y aún ahora a veintiocho años de asesinado siguen vibrando en más de algún escrito como muestra de que Suárez dejó su huella en las letras salvadoreñas.

jueves, 14 de agosto de 2008

Recordamos a la generación olvidada


Por Mauricio Vallejo Márquez


Otoniel Guevara, Mauricio Vallejo Márquez y Ricardo Castrorrivas en el conversatorio.
El conversatorio Recordando a la Generación Olvidada fue todo un éxito. Empezó un poco después de la hora programada, pero la convocatoria fue bastante buena y se habló de lo que importaba: los poetas que fueron asesinados o desaparecidos en el período de la guerra.
Escritores que no son una generación en sí, pués se dividen en dos períodos, uno del 74 al 85 y el otro del 86 al 91. Escritores valiosos de los cuales sólo el rescate de sus obras y de su nombre permitirá que las letras salvadoreñas no tengan ese vacío, esos eslabones menos en la gran cadena literaria.

Ricardo Castrorrivas habló de los poetas Jaime Suárez Quemain, Chema Cuellar y Nelson Brizuela. Sobre el compromiso que hay con estos autores y muchos más que apenas se alcanzaron a conocer como es el caso de su hija, quien también fue asesinada en esos años. Muchas de esas voces de tanta importancia para las letras nacionales apenas son conocidas por algunas personas, y aunque sus familiares y algunos literatos los conozcan, todavía nos falta mucho trabajo por hacer. El rescate de estos autores es un compromiso para las letras salvadoreñas, no pueden quedar en el silencio.

Otoniel Guevara contó su experiencia personal, de cómo se fue encontrando en el camino a escritores como Amilcar Colocho, así como tambbién de la importancia de obras escritas por Lil Milagro Ramírez, Jaime Suárez Quemain. Compartió acerca de la muerte del poeta Alfonso Hernández, quien fue asesinado a pocos pasos de donde vivía Amílcar Colocho. También plasmó la importancia de que la justicia no implica matar o encarcelar a los ejecutores y torturadores de los poetas, sino en decir en qué lugar quedaron sus restos y en que se conozca la trascendencia de sus obras. El rescate de los poetas asesinados es un compromiso.

Vallejo Márquez se encargó de moderar el evento, así como de compartir la historia del desenterramiento de la obra de Mauricio Vallejo, quien fue desaparecido en los años de la guerra.
Se contó con la participación del guitarrista Carlos Rubio Calles quien interpretó algunas canciones y cerró el evento con la canción Cantares de Joan Manuel Serrat.
El evento fue organizado por la Juventud en Pro de las Artes Contemporánea (JAC) y la Universidad Evangélica de El Salvador por medio de la Unidad de Arte y Cultura de la Vicerectoría de Investigaciones.

El primer homenaje se realizará en el Café La Lumbre el 30 de agosto de 2008. En este se recordará al poeta y periodista Jaime Suárez Quemain.
Carlos Rubio Calles antes iniciar el evento

martes, 15 de julio de 2008

IDILIO

Mario Benedetti
Uruguay

La noche en que colocan a Osvaldo (tres años recién cumplidos) por primera vez frente a un televisor (se exhibe un drama británico de hondas resonancias), queda hipnotizado, la boca entreabierta, los ojos redondos de estupor.
La madre lo ve tan entregado al sortilegio de las imágenes que se va tranquilamente a la cocina. Allí, mientras friega ollas y sartenes, se olvida del niño. Horas más tarde se acuerda, pero piensa: "Se habrá dormido". Se seca las manos y va a buscarlo al living.
La pantalla está vacía, pero Osvaldo se mantiene en la misma postura y con igual mirda extática.
"VAmos. A dormir", conmina la madre.
"No", dice Osvaldo con determinación.
"Ah, no. ¿Se puede saber por qué?"
"Estoy esperando"
"¿A quién?
"A ella".
Y señaló el televisor.
"Ah. ¿Quién es ella?"
"Ella".
Y Osvaldo vuelve a señalar la pantalla. Luego sonrié, candoroso, esperanzado,exultante.
"Me dijo: querido".

martes, 8 de julio de 2008

Hugo Izarra, una lectura necesaria


Mauricio Vallejo Márquez
El Salvador


La poesía española tiene una tradición extensa en la que fluyen con tranquilidad 500 años y más. Autores que han desarrollando sus propias técnicas y otros que han copiado. En la que convergen poetas recordados con mucho respeto como Luis de Góngora, Quevedo, Antonio Machado, Federico García Lorca y otros.

En la actualidad existe un poeta español que se abre paso como un pez entre las redes de los pescadores. Con un profundo estilo y muy verdadero el poeta Hugo Izarra se une a la tradición literaria. Nació en Vigo en 1980 y realizó estudios de Ciencias de la Comunicación en Madrid. Por un tiempos se dedicó al periodismo social y cultural. En los últimos años, comparte sus vida con la literatura y con su trabajo como redactor en un gabinete de comunicaciones, a la vez que actualizando su blog personal.
Ha publicado, con un seudónimo, los poemarios Eyacula, que algo queda, Gominolas para los patos y La soledad es una puta con dientes de oro, además de la novela inédita Prohibido tirar de la anilla.

En la actualidad, trabaja en su último libro de poemas: Manual de primeros exilios. Material que esperamos ver en las librerías en pocos meses.

En sus versos encontramos influencia de autores como Ernesto Cardenal y Charles Boukowsky, aunque con un toque tan personal que sus influencias poco a poco van dejando terreno ante un Izarra cada vez más vigoroso.

Su trabajo es elogiado por diversas personas, desde críticos literarios, poetas, lectores, hasta personas sin apetito literario. Algo muy difícil en estos tiempos en que la mayoría de escritores pretenden llegar sólo a los amantes de las letras. En cambio Izarra, hasta el momento, ha logrado colarse y competir con otras lecturas.

El trabajo de este poeta oriundo de Vigo es una lectura necesaria. Para leer sus exquisitos versos pueden visitar Ruinas incompletas, en Artepoetica, así como en la breve selección que hemos preparado en La fragua del Herrero.

lunes, 7 de julio de 2008

Amor villano


Hugo Izarra

España


El amor en Villa Somier
es frío y mecánico como

un anuncio de desodorante.

Los amantes se besan pisándose

la punta de los pies, de modo tan

artificial que podrían ser figurantes

de cualquier estúpida película romántica.


Para las niñas de Villa Somier, las calles

son sólo el escaparate donde lucir

sus vestidos de marca, sus gafas

de sol, sus novios bronceados,

su sonrisa blanca de primera

comunión. Sin saberlo, son

flores de una escombrera.

Memoria histórica


Hugo Izarra

España


De niños,

nos lanzábamos como bestias

contra la máquina de refrescos:

Los más fuertes, que eran

también los más incautos,

la embestían cada día a cabezazos

y siempre —siempre— perdían.


Llevábamos nuestras meriendas

en el bolsillo pequeño de la mochila;

sandwiches blancos de jamón york

envueltos en papel de aluminio

y galletas de crema que mamá

envolvía todas las mañanas

cuidadosamente.


Nos hacían caminar en fila india,

ordenados por el número de clase,

con nuestra mano derecha sobre

el hombro de nuestro compañero,

marcando el paso, guardando un

silencio impropio de aquella edad.


Nos llamaban por nuestro apellido,

nos atemorizaban, nos hablaban del

castigo del infierno, nos manoseaban

las piernas y el culo sin que nos

diésemos cuenta. Éramos demasiado

jóvenes e inocentes todavía.


Pero tenemos memoria.

Y ahora ya no pueden

hacernos nada.

1982


Hugo Izarra

España

A mis padres

y a Carmen

y a Rubén


Dormía encogido en posición fetal,

con el pulgar siempre dentro de la boca.

Mamá dice que también entonces

estuve a punto de morir, pero al

final todo se quedó en un susto.


Me acuerdo de Yaki, el oso amarillo.

Y de Charlie y de Misha y del pequeño

Pildo, mis cuatro amigos de trapo.

Hablaba con ellos por las noches,

y después rezaba y pedía que todos

viviésemos millones de años.


He sido hijo único desde que nací.

A veces venía Rubén, que es lo más

parecido a un hermano que tendré jamás,

y se quedaba a dormir y cuando él estaba

me sentía mucho menos solo.


Teníamos una furgoneta Dyane

de color crema y yo viajaba en la

parte de atrás y llevaba conmigo

una cantimplora llena de agua

y un poco de pan y una linterna

por si nos pasaba algo.


Yo no sabía entonces quiénes eran

Romy Schneider o Leónidas Breznev,

no conocía el significado de la muerte,

ni me importó el Nobel de Márquez

ni la guerra de las Malvinas,

ni el mundial de fútbol.


Me gustaba la gelatina de sabores

y dormir encogido en posición fetal

con el dedo pulgar sobre la lengua.

Parece que todos los muertos son buenos




Hugo Izarra


España

Parece que todos los muertos son buenos

y apacibles y mansos como las ovejas.

Los cantantes de rock, los jugadores

de rugby, los porteros de los clubs

de noche, los asesinos a sueldo:

todos son dignos de despertar

compasión y buen recuerdo

entre los que se quedan

aquí, esperando turno.

La muerte puede ser

lenta a veces, como la cola

de las cajas de los supermercados.

Y rápida también, como un descenso

administrativo. Llegados a este punto,

los viejos procuran ser buenos los últimos

días y sustituyen sus listines por páginas de

esquelas y rezan y van a misa y hacen todo lo

contrario de lo que hacían cuando estaban vivos.

domingo, 22 de junio de 2008

Estructura, desarrollo y panorama histórico del cuento



Anónimo



Presentación/Introducción


El objetivo fundamental de esta investigación es profundizar en los conocimientos acerca de la estructura y el desarrollo de los cuentos.
Definiendo al cuento como un breve relato o narración, se penetrará en su panorama histórico, que resulta más difícil de fijar que el de la mayoría de los géneros literarios. Originariamente, el cuento es una de las formas más antiguas de literatura popular de transmisión oral. El término se emplea a menudo para designar diversos tipos de narraciones breves, como el relato fantástico, el cuento infantil o el cuento folclórico o tradicional. Entre los autores universales de cuentos infantiles figuran Perrault, los Hermanos Grimm y Andersen, creadores y refundidores de historias imperecederas desde "Caperucita Roja" a "Pulgarcito", "Blancanieves", "Barba Azul" o "La Cenicienta". También veremos las condiciones, los elementos, y el análisis que debe reunir un cuento para su elaboración, con el fin de captar la atención del lector.
El desarrollo de la vida literaria en el mundo se ha hecho posible gracias a numerosos cuentistas importantes que con su sabia experiencia y capacitación han logrado traspasar las fronteras, poniendo muy en alto el nombre de sus respectivos países. Éstos se han destacado tanto que son reconocidos hoy en día en el mundo entero.
Cuento
Narración breve, oral o escrita, de un suceso imaginario. Aparecen en él un reducido número de personajes que participan en una sola acción con un sólo foco temático. Su finalidad es provocar en el lector una única respuesta emocional. La novela, por el contrario, presenta un mayor número de personajes, más desarrollados a través de distintas historias interrelacionadas, y evoca múltiples reacciones emocionales.
Etimológicamente, cuento deriva de la palabra latina computum, que significa cálculo, cómputo, enumeración, clasificación,. De cálculo y enumeración pasó a significar la enumeración de hechos, y, por extensión, "cuento" significa recuento de acciones o sucesos reales o ficticios.
Es más difícil decir con exactitud cuándo se originó el cuento, y ello se debe en gran parte a los equívocos que conlleva su mismo nombre. Cabría, por lo tanto, distinguir en el concepto cuento, dos aspectos distintos: el relato fantástico y la narración literaria de corta extensión, oponiéndose así a la idea de novela, estos dos aspectos no son excluyentes, a menudo se dan en la misma obra, y tienen como base común el hecho de tratarse de relatos breves, generalmente en prosa; pero suelen representar dos vertientes claramente diferenciadas del mismo genero literario.
No se sabe con exactitud cuándo comenzó a utilizarse la palabra "cuento" para señalar un determinado tipo de narrativa, ya que en los siglos XIV y XV se hablaba indistintamente de apólogo, ejemplo y cuento para indicar un mismo producto narrativo. Boccaccio utilizó las palabras fábula, parábola, historia y relato. Estos nombres han ido identificándose con una forma de narración claramente delineada.
Ramón Menéndez Pidal, en el estudio preliminar de su antología de cuentos de la literatura universal, dice: “Al terminar la Edad Media, la conciencia creadora del narrador se ha impuesto, y, de ser refundidor, adaptador o traductor, se convertiría en artista, en elaborador de ficciones. Así, a través de un lento pero firme proceso de transformación, la Edad Media europea trasvasa a la Moderna el género cuentístico como creación absoluta de una individualidad con su propio rango de estructura literaria, autónoma, tan válida por sí misma como el poema, la novela o el drama”.
Esta concepción del cuento como estructura literaria autónoma predomina hoy día, y esto significa que lo rige una organización y forma determinadas que lo dotan de un carácter peculiar, intrínseco e individual. No por ello, sin embargo, se habrán descartado las ambigüedades, porque en el siglo XIX, cuando el género nace a la vida hispanoamericana, y aun en el siglo XX, se le confunde con las tradiciones, los artículos de costumbres, las leyendas, las fábulas, y más tarde con la novela corta. Con el correr del tiempo, los géneros anteriores se van definiendo, y el cuento se separa definitivamente como signo literario, como mundo poético, como fragmento de realidad con límites determinantes. En ese proceso, también el cuento se ha ido modificando.
Actualmente se ha generalizado la idea de que la palabra cuento significa "relación de un suceso". Más precisamente, la relación, oralmente o por escrito, de un suceso falso o de pura invención. Valga esta apreciación, porque sin ella, en épocas pretéritas, cuando los hombres aun no escribían y conservaban sus recuerdos en la tradición oral, cuento hubiera sido cuando hablaban.
No obstante ser esta definición un tanto ambigua por su amplitud; existen numerosas definiciones sobre la naturaleza del cuento, las cuales reproduciremos, por creer que ellas ayudarán a comprender mejor lo que implica el cuento como género literario.
Sainz de Robles, en su libro Cuentistas españoles del siglo XX, dice: “El cuento es, de los géneros literarios el más difícil y selecto. No admite ni las divagaciones ni los preciosismos del estilo. El cuento exige en su condición fundamental, como una síntesis de todos los valores narrativos: tema, película justa del tema, rapidez dialogal, caracterización de los personajes con un par de rasgos felices. Como miniatura que es de la novela, el cuento debe agradar en conjunto”.
Raúl A. Omil Alba y Piérola, en su libro El cuento y sus claves, dice: “Cuento es el acto de narrar una cosa única en su fragmento vital y temporal, así como el poema poetiza una experiencia única e irrespetable. El narrador de cuentos está en posesión de un suceso que cobra forma significativa y estética en la fluencia lógico-poética de lo narrado.
Carlos Mastrángelo, en su libro El cuento argentino, define el cuento de la siguiente manera:
Un cuento es una seria breve y escrito de incidentes;
de ciclo acabado y perfecto como un círculo;
siendo muy esencial el argumento, el asunto o los incidentes en sí;
trabados éstos en una única e ininterrumpida ilación;
sin grandes intervalos de tiempo y espacio;
rematados por un final imprevisto, adecuado y natural.


Para más información visita este enlace; http://www.ciudadseva.com/

El dinosaurio


Augusto Monterroso
Guatemala

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

El grillo maestro


Augusto Monterroso
Guatemala

Allá en tiempos muy remotos, un día de los más calurosos del invierno, el Director de la Escuela entró sorpresivamente al aula en que el Grillo daba a los Grillitos su clase sobre el arte de cantar, precisamente en el momento de la exposición en que les explicaba que la voz del Grillo era la mejor y la más bella entre todas las voces, pues se producía mediante el adecuado frotamiento de las alas contra los costados, en tanto que los pájaros cantaban tan mal porque se empeñaban en hacerlo con la garganta, evidentemente el órgano del cuerpo humano menos indicado para emitir sonidos dulces y armoniosos.
Al escuchar aquello, el Director, que era un Grillo muy viejo y muy sabio, asintió varias veces con la cabeza y se retiró, satisfecho de que en la Escuela todo siguiera como en sus tiempos.
FIN

Míster Taylor


Augusto Monterroso
Guatemala

-Menos rara, aunque sin duda más ejemplar -dijo entonces el otro-, es la historia de Mr. Percy Taylor, cazador de cabezas en la selva amazónica.
Se sabe que en 1937 salió de Boston, Massachusetts, en donde había pulido su espíritu hasta el extremo de no tener un centavo. En 1944 aparece por primera vez en América del Sur, en la región del Amazonas, conviviendo con los indígenas de una tribu cuyo nombre no hace falta recordar.
Por sus ojeras y su aspecto famélico pronto llegó a ser conocido allí como "el gringo pobre", y los niños de la escuela hasta lo señalaban con el dedo y le tiraban piedras cuando pasaba con su barba brillante bajo el dorado sol tropical. Pero esto no afligía la humilde condición de Mr. Taylor porque había leído en el primer tomo de las Obras Completas de William G. Knight que si no se siente envidia de los ricos la pobreza no deshonra.
En pocas semanas los naturales se acostumbraron a él y a su ropa extravagante. Además, como tenía los ojos azules y un vago acento extranjero, el Presidente y el Ministro de Relaciones Exteriores lo trataban con singular respeto, temerosos de provocar incidentes internacionales.
Tan pobre y mísero estaba, que cierto día se internó en la selva en busca de hierbas para alimentarse. Había caminado cosa de varios metros sin atreverse a volver el rostro, cuando por pura casualidad vio a través de la maleza dos ojos indígenas que lo observaban decididamente. Un largo estremecimiento recorrió la sensitiva espalda de Mr. Taylor. Pero Mr. Taylor, intrépido, arrostró el peligro y siguió su camino silbando como si nada hubiera pasado.
De un salto (que no hay para qué llamar felino) el nativo se le puso enfrente y exclamó:
-Buy head? Money, money.
A pesar de que el inglés no podía ser peor, Mr. Taylor, algo indispuesto, sacó en claro que el indígena le ofrecía en venta una cabeza de hombre, curiosamente reducida, que traía en la mano.
Es innecesario decir que Mr. Taylor no estaba en capacidad de comprarla; pero como aparentó no comprender, el indio se sintió terriblemente disminuido por no hablar bien el inglés, y se la regaló pidiéndole disculpas.
Grande fue el regocijo con que Mr. Taylor regresó a su choza. Esa noche, acostado boca arriba sobre la precaria estera de palma que le servía de lecho, interrumpido tan solo por el zumbar de las moscas acaloradas que revoloteaban en torno haciéndose obscenamente el amor, Mr. Taylor contempló con deleite durante un buen rato su curiosa adquisición. El mayor goce estético lo extraía de contar, uno por uno, los pelos de la barba y el bigote, y de ver de frente el par de ojillos entre irónicos que parecían sonreírle agradecidos por aquella deferencia.
Hombre de vasta cultura, Mr. Taylor solía entregarse a la contemplación; pero esta vez en seguida se aburrió de sus reflexiones filosóficas y dispuso obsequiar la cabeza a un tío suyo, Mr. Rolston, residente en Nueva York, quien desde la más tierna infancia había revelado una fuerte inclinación por las manifestaciones culturales de los pueblos hispanoamericanos.
Pocos días después el tío de Mr. Taylor le pidió -previa indagación sobre el estado de su importante salud- que por favor lo complaciera con cinco más. Mr. Taylor accedió gustoso al capricho de Mr. Rolston y -no se sabe de qué modo- a vuelta de correo "tenía mucho agrado en satisfacer sus deseos". Muy reconocido, Mr. Rolston le solicitó otras diez. Mr. Taylor se sintió "halagadísimo de poder servirlo". Pero cuando pasado un mes aquél le rogó el envío de veinte, Mr. Taylor, hombre rudo y barbado pero de refinada sensibilidad artística, tuvo el presentimiento de que el hermano de su madre estaba haciendo negocio con ellas.
Bueno, si lo quieren saber, así era. Con toda franqueza, Mr. Rolston se lo dio a entender en una inspirada carta cuyos términos resueltamente comerciales hicieron vibrar como nunca las cuerdas del sensible espíritu de Mr. Taylor.
De inmediato concertaron una sociedad en la que Mr. Taylor se comprometía a obtener y remitir cabezas humanas reducidas en escala industrial, en tanto que Mr. Rolston las vendería lo mejor que pudiera en su país.
Los primeros días hubo algunas molestas dificultades con ciertos tipos del lugar. Pero Mr. Taylor, que en Boston había logrado las mejores notas con un ensayo sobre Joseph Henry Silliman, se reveló como político y obtuvo de las autoridades no sólo el permiso necesario para exportar, sino, además, una concesión exclusiva por noventa y nueve años. Escaso trabajo le costó convencer al guerrero Ejecutivo y a los brujos Legislativos de que aquel paso patriótico enriquecería en corto tiempo a la comunidad, y de que luego luego estarían todos los sedientos aborígenes en posibilidad de beber (cada vez que hicieran una pausa en la recolección de cabezas) de beber un refresco bien frío, cuya fórmula mágica él mismo proporcionaría.
Cuando los miembros de la Cámara, después de un breve pero luminoso esfuerzo intelectual, se dieron cuenta de tales ventajas, sintieron hervir su amor a la patria y en tres días promulgaron un decreto exigiendo al pueblo que acelerara la producción de cabezas reducidas.
Contados meses más tarde, en el país de Mr. Taylor las cabezas alcanzaron aquella popularidad que todos recordamos. Al principio eran privilegio de las familias más pudientes; pero la democracia es la democracia y, nadie lo va a negar, en cuestión de semanas pudieron adquirirlas hasta los mismos maestros de escuela.
Un hogar sin su correspondiente cabeza teníase por un hogar fracasado. Pronto vinieron los coleccionistas y, con ellos, las contradicciones: poseer diecisiete cabezas llegó a ser considerado de mal gusto; pero era distinguido tener once. Se vulgarizaron tanto que los verdaderos elegantes fueron perdiendo interés y ya sólo por excepción adquirían alguna, si presentaba cualquier particularidad que la salvara de lo vulgar. Una, muy rara, con bigotes prusianos, que perteneciera en vida a un general bastante condecorado, fue obsequiada al Instituto Danfeller, el que a su vez donó, como de rayo, tres y medio millones de dólares para impulsar el desenvolvimiento de aquella manifestación cultural, tan excitante, de los pueblos hispanoamericanos.
Mientras tanto, la tribu había progresado en tal forma que ya contaba con una veredita alrededor del Palacio Legislativo. Por esa alegre veredita paseaban los domingos y el Día de la Independencia los miembros del Congreso, carraspeando, luciendo sus plumas, muy serios, riéndose, en las bicicletas que les había obsequiado la Compañía.
Pero, ¿que quieren? No todos los tiempos son buenos. Cuando menos lo esperaban se presentó la primera escasez de cabezas.
Entonces comenzó lo más alegre de la fiesta.
Las meras defunciones resultaron ya insuficientes. El Ministro de Salud Pública se sintió sincero, y una noche caliginosa, con la luz apagada, después de acariciarle un ratito el pecho como por no dejar, le confesó a su mujer que se consideraba incapaz de elevar la mortalidad a un nivel grato a los intereses de la Compañía, a lo que ella le contestó que no se preocupara, que ya vería cómo todo iba a salir bien, y que mejor se durmieran.
Para compensar esa deficiencia administrativa fue indispensable tomar medidas heroicas y se estableció la pena de muerte en forma rigurosa.
Los juristas se consultaron unos a otros y elevaron a la categoría de delito, penado con la horca o el fusilamiento, según su gravedad, hasta la falta más nimia.
Incluso las simples equivocaciones pasaron a ser hechos delictuosos. Ejemplo: si en una conversación banal, alguien, por puro descuido, decía "Hace mucho calor", y posteriormente podía comprobársele, termómetro en mano, que en realidad el calor no era para tanto, se le cobraba un pequeño impuesto y era pasado ahí mismo por las armas, correspondiendo la cabeza a la Compañía y, justo es decirlo, el tronco y las extremidades a los dolientes.
La legislación sobre las enfermedades ganó inmediata resonancia y fue muy comentada por el Cuerpo Diplomático y por las Cancillerías de potencias amigas.
De acuerdo con esa memorable legislación, a los enfermos graves se les concedían veinticuatro horas para poner en orden sus papeles y morirse; pero si en este tiempo tenían suerte y lograban contagiar a la familia, obtenían tantos plazos de un mes como parientes fueran contaminados. Las víctimas de enfermedades leves y los simplemente indispuestos merecían el desprecio de la patria y, en la calle, cualquiera podía escupirle el rostro. Por primera vez en la historia fue reconocida la importancia de los médicos (hubo varios candidatos al premio Nóbel) que no curaban a nadie. Fallecer se convirtió en ejemplo del más exaltado patriotismo, no sólo en el orden nacional, sino en el más glorioso, en el continental.
Con el empuje que alcanzaron otras industrias subsidiarias (la de ataúdes, en primer término, que floreció con la asistencia técnica de la Compañía) el país entró, como se dice, en un periodo de gran auge económico. Este impulso fue particularmente comprobable en una nueva veredita florida, por la que paseaban, envueltas en la melancolía de las doradas tardes de otoño, las señoras de los diputados, cuyas lindas cabecitas decían que sí, que sí, que todo estaba bien, cuando algún periodista solícito, desde el otro lado, las saludaba sonriente sacándose el sombrero.
Al margen recordaré que uno de estos periodistas, quien en cierta ocasión emitió un lluvioso estornudo que no pudo justificar, fue acusado de extremista y llevado al paredón de fusilamiento. Sólo después de su abnegado fin los académicos de la lengua reconocieron que ese periodista era una de las más grandes cabezas del país; pero una vez reducida quedó tan bien que ni siquiera se notaba la diferencia.
¿Y Mr. Taylor? Para ese tiempo ya había sido designado consejero particular del Presidente Constitucional. Ahora, y como ejemplo de lo que puede el esfuerzo individual, contaba los miles por miles; mas esto no le quitaba el sueño porque había leído en el último tomo de las Obras completas de William G. Knight que ser millonario no deshonra si no se desprecia a los pobres.
Creo que con ésta será la segunda vez que diga que no todos los tiempos son buenos. Dada la prosperidad del negocio llegó un momento en que del vecindario sólo iban quedando ya las autoridades y sus señoras y los periodistas y sus señoras. Sin mucho esfuerzo, el cerebro de Mr. Taylor discurrió que el único remedio posible era fomentar la guerra con las tribus vecinas. ¿Por qué no? El progreso.
Con la ayuda de unos cañoncitos, la primera tribu fue limpiamente descabezada en escasos tres meses. Mr. Taylor saboreó la gloria de extender sus dominios. Luego vino la segunda; después la tercera y la cuarta y la quinta. El progreso se extendió con tanta rapidez que llegó la hora en que, por más esfuerzos que realizaron los técnicos, no fue posible encontrar tribus vecinas a quienes hacer la guerra.
Fue el principio del fin.
Las vereditas empezaron a languidecer. Sólo de vez en cuando se veía transitar por ellas a alguna señora, a algún poeta laureado con su libro bajo el brazo. La maleza, de nuevo, se apoderó de las dos, haciendo difícil y espinoso el delicado paso de las damas. Con las cabezas, escasearon las bicicletas y casi desaparecieron del todo los alegres saludos optimistas.
El fabricante de ataúdes estaba más triste y fúnebre que nunca. Y todos sentían como si acabaran de recordar de un grato sueño, de ese sueño formidable en que tú te encuentras una bolsa repleta de monedas de oro y la pones debajo de la almohada y sigues durmiendo y al día siguiente muy temprano, al despertar, la buscas y te hallas con el vacío.
Sin embargo, penosamente, el negocio seguía sosteniéndose. Pero ya se dormía con dificultad, por el temor a amanecer exportado.
En la patria de Mr. Taylor, por supuesto, la demanda era cada vez mayor. Diariamente aparecían nuevos inventos, pero en el fondo nadie creía en ellos y todos exigían las cabecitas hispanoamericanas.

Fue para la última crisis. Mr. Rolston, desesperado, pedía y pedía más cabezas. A pesar de que las acciones de la Compañía sufrieron un brusco descenso, Mr. Rolston estaba convencido de que su sobrino haría algo que lo sacara de aquella situación.
Los embarques, antes diarios, disminuyeron a uno por mes, ya con cualquier cosa, con cabezas de niño, de señoras, de diputados.
De repente cesaron del todo.
Un viernes áspero y gris, de vuelta de la Bolsa, aturdido aún por la gritería y por el lamentable espectáculo de pánico que daban sus amigos, Mr. Rolston se decidió a saltar por la ventana (en vez de usar el revólver, cuyo ruido lo hubiera llenado de terror) cuando al abrir un paquete del correo se encontró con la cabecita de Mr. Taylor, que le sonreía desde lejos, desde el fiero Amazonas, con una sonrisa falsa de niño que parecía decir: "Perdón, perdón, no lo vuelvo a hacer."
FIN

Caballo imaginando a Dios


Augusto Monterroso
Guatemala

"A pesar de lo que digan, la idea de un cielo habitado por Caballos y presidido por un Dios con figura equina repugna al buen gusto y a la lógica más elemental, razonaba los otros días el caballo.
Todo el mundo sabe -continuaba en su razonamiento- que si los Caballos fuéramos capaces de imaginar a Dios lo imaginaríamos en forma de Jinete."
FIN

martes, 10 de junio de 2008

lunes, 9 de junio de 2008

El Quesudá o Himno de la creación


Yehudah Ben Samuel Halevi

España-Israel



¡Dios mío! ¿Con qué te compararé,
si semejanza no hay en ti?
¿Con qué te asimilaré,
si toda forma es estampa de tu sello?
Enaltecido estás sobre toda potencia,
y te sublimaste por encima de todo pensamiento.
¿La palabra de quién te ha contenido?
¿Y la lengua de quién te ha comprendido?
¿Acaso habrá corazón que te haya alcanzado
y ojo que te haya divisado?


(Himno de la Creación, I, v. 1-10)

Extraido de Wikipedia

Adolf Eichmann


Primo Levi

Italia-Israel


Corre libre el viento por nuestras llanuras,

eterno bate el mar vivo nuestras playas.

El hombre fecunda la tierra, la tierra da flores y frutos:

vive con dolor y alegría, espera y teme, procrea dulces hijos.


…Y tú has llegado, nuestro precioso enemigo,

tú, criatura desierta, hombre rodeado de muerte.

¿Qué sabrás decir ahora, frente a nuestra asamblea?

¿Jurarás por un dios? ¿Cuál dios?

¿Saltarás en el sepulcro alegremente?

¿O te lamentarás, como al fin se lamenta el hombre laborioso

al cual la vida le fue corta para su arte demasiado larga,

de tu triste tarea no cumplida,

de los trece millones aún con vida?


¡Oh! hijo de la muerte, no te deseamos la muerte.

Que puedas vivir tanto como nadie jamás ha vivido:

que puedas vivir insomne cinco millones de noches,

y te visite cada noche el dolor de los que vieron

cerrarse la puerta que impide el camino del regreso,

crecer las sombras en torno, cargarse el aire de muerte.


(20 de julio de 1960) Ad ora incerta.

A la hora del crepúsculo


Jaim Najman Bialik

Israel


A la hora del crepúsculo ven hacia la ventana
y reclínate sobre mí,


rodea amorosamente mi cuello, pon tu cabeza sobre la mía,
y así, a mi vera, permanece.


Dulcemente abrazados, en silencio, hacia la maravillosa luz,
levantaremos nuestros ojos;


y soltaremos libremente a la faz de los cielos luminosos
todas las ansias de nuestro corazón.


Se remontarán hacia lo alto, con presto volar, como palomas;
en la lejanía, como perdiéndose, se celarán,


y hacia las colinas de púrpura, las islas por la luz doradas,
con vuelo remansado bajarán.


Ellas son las islas remotas remotas, los mundos superiores,
que en nuestros sueños contemplamos,


las cuales nos convirtieron en peregrinos bajo todos los cielos
e hicieron de nuestra vida un infierno.


Ellas son las islas de oro, por las cuales ansiamos
como por la tierra patria,


por la que todas las estrellas de la noche envían sus guiños
con su rayo de luz parpadeante.


Por ellas hemos quedado como tallos en tierra árida,
sin amigos ni compañía;


como dos errantes, en perenne errabundez,
sobre la faz de una tierra extraña.


Poema extraído de Poesía Hebraica Postbíblica

Millás Villacrosa (traductor y compilador)

José Janés EditorBarcelona, 1953

viernes, 6 de junio de 2008

Collage


Gabriel Alvarado

El Salvador

miércoles, 4 de junio de 2008

Los adjetivos en la poesía: limitan o acrecientan el verso

GLF

Es verdad que la herramienta del poeta es el lenguaje, el idioma que le ha tocado conocer y aprender; pero los purismos y las corrientes de moda en poesía, son un ancla que detiene un barco en alta mar.
Sirven, pero no debemos suscribirnos a estas reglas y modas como base del trabajo poético que contiene, en su profundidad, mucho más que retruécanos gramaticales y estilos artificiales.
Con lo anterior paso a un tema que ha sido de mucho interés para mí: el uso de los adjetivos en la poesía.
Los adjetivos siendo los acompañantes de los nombres para reforzarlos, cumplen una función de gran importancia, de valor nominal, que pueden debilitar o darle fuerza a un nombre a un verbo o a un adverbio.
Creo que el adjetivo más que acompañar a otros elementos gramaticales, tan vitales como los verbos, suele aparecer ahí por obra de la institución del poeta.
Un adjetivo que surge de la verdad, de la espontaneidad, antes y durante la labor poética en el verso, suele ser necesario.
Un ejemplo de poeta que hizo con los adjetivos una de las poesías más cristalinas y contundentes que he leído fue el español Antonio Machado; quien desde su libro Soledades, supo por intuición y técnica colocar el adjetivo justo en el lugar perfecto en el poema:

Leamos su poema

Fue una clara tarde, triste y soñolienta

Fue una clara tarde, triste y soñolienta
tarde de verano. La hiedra asomaba
al muro del parque, negra y polvorienta…
La fuente sonaba.
Rechinó en la vieja cancela mi llave;
con agrio ruido abrióse la puerta
de hierro mohoso y, al cerrarse, grave
golpeó el silencio de la tarde muerta.

O

El Cadalso

En la vieja plaza
de una vieja aldea,
erguía su horrible
pavura esquelética
el tosco patíbulo
de la fresca madera…
La aurora asomaba
lejana y siniestra.

Y así podemos encontrar repetidamente en sus libros “Del Camino”, “Humorismos, Fantasías, Apuntes”, “Campos de Castilla” y, con menos presencia de adjetivos, en sus “Poesías de la Guerra”, a un Machado calificando con toda naturalidad, momentos claves de la poesía española.
Por mi parte, muchas veces quise huir de los adjetivos, por aquello de las “recomendaciones” acerca de la monotonía que producen en los versos.
Ahora con más seguridad, me parece que los adjetivos, o cualquier otro elemento del idioma en la paleta del escritor, se quedan o se van, según la estética personal que cada uno tenga.

lunes, 2 de junio de 2008

CANTO A MI MISMO




Jaime Suarez Quemain



Un dia morire, no cabe duda.

Marchare con mis trapos a otra parte.

Un soneto tal vez, fechado en marte,

dira que estuve, fue poesia cruda.


Por mis huella sabran que sin ayuda,

sin un minimo gesto y sin alarde,

de un sorbo me vivi toda la tarde

y mi lengua jamas se quedo muda.


Solitario quiza, no pesimista,

un poco soñador, serio, cansado,

con una buena dosis de anarquista,

diran mis biografos austeramente.


Amo con furia, no lloro el pasado

y se fue de este mundo simplemente.

El broche de oro


Mauricio Orellana Suárez



Al día siguiente de sufrir el aborto, Magali se lució en la cocina, según dijo "para cerrar con broche de oro" la reconciliación con su novio.
Todo estuvo exquisito: la carne, el arroz, la ensalada, el vino... y ese extraño y delicioso postre.
La plática de sobremesa giró alrededor de la magistral obra de Goya, específicamente del famoso cuadro aquel: Saturno devorando a uno de sus hijos.

miércoles, 28 de mayo de 2008

/*/


Crosby Lemus

El Salvador

“El amor es tan grande y
tan pequeño como un abrazo”

De la punta de tus pies
bordeando tus pantorrillas
comienzo a forjarte los muslos
tú pubis de granito se tritura…
entre mis labios,
y lentamente comienzo la ardua tarea de tallar
tus pechos de mármol
con el aliento de mis manos,
mientras tu mirada se de tiene
en el cielo del placer,
la habitación continua a oscuras
la noche guarda los secretos.

jueves, 22 de mayo de 2008

RESPIRANDO SANGRE


Hazel Lacayo

Nicaragua


A mi madre: Jossette Avilés Sánchez
Hoy ha llamado mi madre.

Me ha dicho que ha perdido todos sus cabellos.

Un corzo metálico respira ahora por ella en este instante

y he pensado en su calvicie,

incapaz también de respirar por mi propia cuenta.
Es calante la calma en mis venas.

Sonaba a ave, de quien no soy jaula.

Lamento la condición de erigirme

en una paleta de carne

y no en su malva que augure:

lloverá sin mojar, nevará sin helar;

pero aquí está tu fuego, muy joven:

azufre y astilla y fricciones.
Yo quise que mis ojos enunciaran:

lluvia cae, descociendo el desierto para ella.

Quise plantar un hijo de sangre

con la seca voluntad de una espada

que no puede partir una flor de una estocada.

Quise violetas, y no el siena de sus ocres.
Quiero lavar a mi madre,

estrechar su brezo seco: mis únicas flores.

Quiero ser un dedo que inmute al viento,

aunque no señale las verdades;

una cara que borre otras caras,

un universo sombreado por su estela;

sangre de sus llagas para remojar mi pan.
Al saberte triste, he empezado a respirar sangre.

Tu recuerdo moreteó todos mis huesos,

maquilló la belleza con óleos invisibles.

Ahora, en mi piel no me calzo como en un dedal

no puede caber todo el mundo para evitar ser herido.
Como una mano hecha sólo de una uña viva: florezco.

Como una pala que jamás se atrevería a excavar: descubro.

Como nadie que recordaras haber visto de frente: recreo.

Nada tiene color ni dimensión en este cuarto blanqueado.
¡Quiero que me entierren en ti y no en la tierra!

EL MAR Y LA GUITARRA EN BUSCA DE LA LLUVIA


Rei Berroa

República Dominicana


En tu figura de mujer

hay sal tibia y hojas sueltas.


Miras

y la voz se te escapa por las manos.

Cantas ternura y soledad.


El acento de tu paso cae

circunflejo sobre el aire.


De besos

no entienden los años

y el bordón

acongojado de tu historia

suena sobre el campo

como golpes de metralla en el oído del placer.


Mar eres.

Tierra y guitarra.

Y hasta al tiempo se le arruga

su figura de mujer.

ENTRE BASTIDORES


Gaetano Longo

Italia


La rosa


(roja naturalmente)

en el poema

está siempre en el centro de la sala

bajo los reflectores.

Ls rosa de la mujer, aquélla del amor

la rosa del perfume y del color.



Aquí

ya cansada

ha terminado (negra) su trabajo.

Se quita los pétalos de encima

y lavados los dientes

y tomadas veinte gotas de Valium

se mete en su lecho de espinas.


(Traducción de Carlos Vitale)

miércoles, 21 de mayo de 2008

SIN TÍTULO


Cristian Mejía

Guatemala,1977


Hay un romance noble

del yo con las letras

del yo con las formas

que hablan, que platican.

Hay un romance tan simple

de hombre a mujer.

Respiran profundo

en su significado

y susurran historias sin fin.

Me cuentan sus días

y sus horas.

Intimos ellas y yo.

En la cama, nos leemos

en diálogos de esposos

o talvez de amantes.

Nos asustamos con

lo mismo, con la crueldad

y la violencia.

Nos ensuciamos la cabeza

con un periódico.

Y que decir de la risa, que inunda el papel

donde viven ellas,

ellas y yo.



Maestro en Educacion Física, enseñanza media en idioma Inglés y licenciado en Educación Superior. Ha publicado en periódicos y revistas de los Ángeles, California. Trabajó en el periódico El Metropolitano de Guatemala. Actualmente escribe su primer libro de poemas "Artefactos Literarios".

sábado, 17 de mayo de 2008

ISLA


Mauricio Vallejo Márquez

El Salvador


Ese pequeño jade que lleva en sus hombros la mar
lo empuja el viento, la tarde
y lejano
nido de cigüeña canta con vestido de luto
y la tarde y el viento lo empujan
lejos.

XVI


Pablo Benítez

El Salvador


debajo del fuego algo se mueve

y crepita como un río

y como un río nos muerde


¿y qué hay debajo de tus ojos?

¿y qué debajo de tu vientre

que me eleva

y me sostiene?


debajo del fuego algo se siente

y se nos vive

y se nos muere


Tomado del poemario Criatura mínimas

viernes, 16 de mayo de 2008

VIII


Edgar Quisquinay

Guatemala


Mónica es un ovillo de hilo

que va desenredándose

de salto en salto,

sobre mis pies, mis muslos, mi sexo,

vientre, pecho, labios,

mi frente:

Mónica se ata a si misma.
Tomado del poemario: Visitando a Agneta Fältskog.

jueves, 15 de mayo de 2008

Donde sólo se habla del amor

Juan Bañuelos
México


A los hombres, a las mujeres
que aguardan vivir sin soledad,
al espeso camaleón callado como el agua,
al aire arisco (es el aire un pájaro atrapado),
a los que duermen mientras sostengo mi vigilia,
a la mujer sentada en la plaza vendiendo su silencio.
En fin, diciendo ciertas cosas reales
en una lengua unánime, amorosa;
a los niños que sueñan en las frutas
y a los que cantan canciones sin palabras en las noches
compartiendo la muerte con la muerte,
los invito a la vida
como un muchacho que ofrece una manzana,
me doy fuego
para que pasen bien estos días de invierno.
Porque una mujer se acuesta a mi lado
y amo al mundo

lunes, 12 de mayo de 2008

POEMAS DE LYA AYALA



Acuarela
Lya Ayala


Claro silencio sobre las olas
El átomo despierta
Cotidiano y hambriento en la playa,
Un palpitar de rocas asoma en la izquierda,
Las gaviotas suenan en el cielo
Como nubes gordas
Nunca vi niños más dulces
Que los caracoles recostados en la sombra
La tenue sombra de la palmera,
Ligera brizna deslizada en la hoja...
Un sombrero pasea sobre la arena,
Rasgando inevitable el arco de espuma
Y muriendo ahogadas
Lejos
Dos huellas.







Ocaso
Lya Ayala


Que hable el silencio y diga:
Las sombras se ocultan en mi espalda,
La tarde espera atenta mis miedos,
La lluvia moja mis pies de forastero
Y la noche, la noche de tempestades
Toma mis manos y las destroza:
A quién veré nacer lejos de mi casa,
A quién esperaré el domingo claro
Debajo de los árboles, detrás de las encinas
Que crecen sin mí, sin mis manos
Mis manos de tierra y de fuego,
Mis manos de polen y granos
No soy todas las hojas que brotan de la tarde
Soy un tiempo de sombras y soles extraños.


Del poemario inédito VERDE

ROQUE NO HA MUERTO.


GABRIEL QUINTANILLA

El Salvador

¿Dónde está?, quizás usted lo haya visto caminando por las calles de San Salvador y el comunicado emitido por el ERP el 27 de mayo de 1975, anunciando su fusilamiento, el día 10 de mayo de ese mismo año no fue más que el anuncio de que Roque Dalton ahora es inmortal.

Roque fue apresado, perseguido, exiliado y condenado a muerte y por cosas de la vida un terremoto lo deja en libertad al derrumbar las paredes de la cárcel. Así comienza, para mí, el mito del poeta inmortal. Roque Antonio García Dalton nace un 14 de mayo 1935 para no morir nunca, y es que fue desaparecido tantas veces, viajó otras tantas a tantos países, entre ellos a Cuba, donde se integra al equipo de Radio Habana y es invitado a trabajar en la revista Casa de las América, visitó Checoslovaquia donde escribe la biografía de Miguel Mármol y ahí se le podía ver en un parque de Praga entrevistando al anciano Miguel.

Entonces aquel comunicado no fue tan cierto porque el poeta y militante izquierdista sigue vivo, ahora con más admiradores de los que tenia en la década de los cincuenta cuando dirigía “La jodarria”, un periódico donde se expresaba a su antojo de las injusticias cometidas por el sistema de aquella época.
Ese era Roque, un poeta capaz de decir lo que otros callaban aunque.

La historia se ha encargado de hacer justicia, no la que todos hubiésemos queridos de que el cuerpo del poeta descansara en un campo santo donde se pudiese visitar.

Roque no ha muerto, sigue vivo y por las dudas vuelve a nacer cada vez que alguien va y compra “Tabernas y otros lugares”, vuelve a vivir cuando alguien lee “Pobrecito poeta que era yo”, se le ha visto caminando por las calles de San Salvador en las manos de un joven, de un anciano, de una señora que llevan la “ventana en el rostro”, ríe de nuevo cuando alguien se encuentra con “un libro levemente odioso”…y por ahí sigue nuestro poeta contando que los salvadoreños somos los “mejores artesanos del mundo…los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo”, con todo eso es difícil creer que haya muerto y más difícil creer que muera un día, es más fácil pensar que alcanzo la inmortalidad aquel 10 de mayo de 1975 como una justa recompensa a su trayectoria como poeta, como periodista y como ser humano. Lejos quedo ya aquella entrevista que una vez le hiciera a Diego Rivera y que éste lo tildara de imbecil, ahora Roque Antonio Garcia Dalton es uno de los máximos representantes de nuestra poesía, marcando un antes y un después en la historia de nuestro querido El Salvador. Feliz cumpleaños Roque, tarde, pero a tiempo.

jueves, 1 de mayo de 2008

PROGRAMACION DE LECTURAS Y EVENTOS

QUINTO ENCUENTRO INTERNACIONAL DE POETAS
EL TURNO DEL OFENDIDO
El Salvador 9-23 de mayo 2008
Fundación Metáfora



Viernes 9 de mayo

1200 md
“Imaginaria” Almuerzo-convivio con poetas Local de las Dignas P
Aitana Alberti y Claribel Alegría

0500 pm
Inauguración del Quinto Encuentro Internacional de Poetas “El turno del ofendido”
Cineteatro de la UES EVENTO PUBLICO P


Domingo 11 de mayo

Este día los poetas se van a los pueblos, en estos grupos:

San Sebastián: Roberto Becerra, Edgardo López Ferrer, Aitana Alberti y Paul Fortis
Santa Ana: Claribel Alegría, Andira Watson, Francesca Randazzo y David Juárez.
La Palma: Rachel Ramírez, Jonatan Lépiz y Ricardo Castrorrivas.

Se quedan en San Salvador Juan Bañuelos y Edgar Quisquinay.


Lunes 12 de mayo

0930 am
Lectura Centro Escolar Federico González de San Sebastián, San Vicente P
Roberto Becerra, Edgardo López Ferrer, Aitana Alberti, Paul Fortis y Pavel.

1000 am
Lectura Instituto Nacional de Santa Ana (INSA) P
Fredi Ramón Pacheco, Andira Watson, Francesca Randazzo, Jonathan Velásquez y David Juárez.

1000 am
Lectura Instituto Nacional de La Reina en Chalatenango P
Rachel Ramírez, Jonatan Lépiz y Ricardo Castrorrivas.

1000 am
Lectura Colegio Eucarístico de San Salvador P
Edgar Quisquinay, Vladimir Ruiz Tirado, Juan Bañuelos y Aída Párraga.

0230 pm
Lectura Escuela Urbana Mixta Cantón Aguacayo, San Vicente P
Roberto Becerra, Edgardo López Ferrer, Aitana Alberti, Paul Fortis y Pavel.

0300 pm
Lectura Auditorio de la Universidad Católica de Occidente (UNICO) de Santa Ana P
Fredi Ramón Pacheco, Andira Watson, Francesca Randazzo, Jonathan Velásquez y David Juárez.

0500 pm
“Clave de mí” Lectura especial y tertulia Auditorio 4 de la Facultad de Ciencias y Humanidades UES EVENTO PUBLICO P
Claribel Alegría

0600 pm
Lectura Casa de la Cultura de La Palma en Chalatenango EVENTO PUBLICO P
Rachel Ramírez, Jonatan Lépiz y Ricardo Castrorrivas.

0600 pm
Lectura “Expresiones” Café Cultural de Santa Ana EVENTO PUBLICO P
Andira Watson, Francesca Randazzo y David Juárez.



Martes 13 de mayo

0930 am
Lectura Centro Escolar Cantón La Esperanza de San Vicente P
Roberto Becerra, Edgardo López Ferrer, Aitana Alberti, Paul Fortis y Pavel.

1000 am
Lectura Instituto Nacional “Miguel Azucena” de Chalchuapa P
Andira Watson, Francesca Randazzo y David Juárez.

1000 am
Lectura Instituto Nacional de La Palma en Chalatenango P
Rachel Ramírez, Jonatan Lépiz y Ricardo Castrorrivas.

1000 am
Homenaje Teatro Nacional de Santa Ana EVENTO PUBLICO P
Claribel Alegría

1000 am
Lectura Colegio Guadalupano de San Salvador P
Juan Bañuelos, Edgar Quisquinay, Pablo Benítez y Mauricio Vallejo Márquez.

0300 pm
Lectura Parque Central de San Sebastián Salitrillo en Santa Ana P
Andira Watson, Francesca Randazzo y David Juárez.

0300 pm
Lectura Centro Escolar de Citalá en Chalatenango P
Iselys González, Rachel Ramírez, Jonatan Lépiz y Ricardo Castrorrivas.

0330 pm
“Una canastada de poemas” Lectura Mercado Central de San Salvador EVENTO PUBLICO P
Juan Bañuelos, Edgar Quisquinay, Roberto Quezada y Ramón Hernández.


Miércoles 14 de mayo
(Día Nacional de la Poesía)

0300 pm
¡Roque Dalton vive! Festival Universitario Auditorio UES de Santa Ana EVENTO PUBLICO P
Claribel Alegría, Francesca Randazzo, Luis Manuel Pérez Boitel, Víctor Casaus, Alpidio Alonso Grau y Pablo Benítez.

0600 pm
“Nos veremos de azul en las estrellas” Homenaje a tres poetas salvadoreños
Auditorio de la Universidad Francisco Gavidia EVENTO PUBLICO P
Claribel Alegría, Ricardo Castrorrivas y Francisco Andrés Escobar.



Jueves 15 de mayo

0900 am
Lectura Centro Escolar Jesús Obrero de Ateos P
Rachel Ramírez, Luis Manuel Pérez Boitel, Edgardo López Ferrer, Néstor Durán y Teresa Andrade.

1000 am
Lectura Colegio Bautista de San Salvador P
Juan Bañuelos, Francesca Randazzo, Alpidio Alonso Grau, Patricia Iraheta y Antonio Aguilera.

1000 am
Lectura Instituto Nacional de Opico P
Víctor Casaus, Roberto Becerra, Andira Watson, Jonatan Lépiz y David Juárez.

1000 am
Lectura Centro Escolar España de San Salvador
Aitana Alberti, Jorge Haguilar y Francisco Andrés Escobar.

1100 am
Lectura Centro Escolar Jesús Obrero de Ateos P
Rachel Ramírez, Luis Manuel Pérez Boitel, Edgardo López Ferrer, Néstor Durán y Teresa Andrade.

0400 pm
Lectura Auditorio 4 Ciencias y Humanidades Universidad de El Salvador (UES)
EVENTO PUBLICO P
Iselys González, Fidel Valverde, Aitana Alberti, Luis Manuel Pérez Boitel, Rachel Ramirez y Pablo Benítez.

0400 pm
Lectura Aula 2 de la Universidad Luterana de El Salvador EVENTO PUBLICO P
Edgardo López Ferrer, Roberto Becerra, Víctor Casaus, Andira Watson y Roberto Laínez.

0500 pm
Lectura Salón de usos múltiples del Edificio “Federico García Lorca” Universidad Tecnológica EVENTO PUBLICO P
Jonatan Lépiz, Alpidio Alonso Grau, Francesca Randazzo, Ricardo Castrorrivas y Patricia Iraheta.

0700 pm
“Ocupación de la Palabra” Lectura especial y tertulia Centro Cultural de México
EVENTO PUBLICO P
Juan Bañuelos



Viernes 16 de mayo

1000 am
Lectura Liceo Raúl Contreras de Cojutepeque P
Juan Bañuelos, Francesca Randazzo, Edgardo López Ferrer, Andira Watson, Alpidio Alonso Grau y Roberto Quezada.

1000 am
Lectura Colegio Padre Arrupe de Soyapango P
Aitana Alberti, Victor Casaus, Jonatan Lépiz, Rachel Ramírez y Aída Párraga.

1000 am
Lectura Instituto Nacional de La Libertad P
Iselys González, Fidel Valverde, Roberto Becerra, Luis Manuel Pérez Boitel, Ricardo Lindo y Jorge Haguilar.

0600 pm
Presentación de libro Local de la APES EVENTO PUBLICO P
Wladimir Ruiz Tirado



Sábado 17 de mayo

1000 am
Lectura Colegio Cristóbal Colón P
Juan Bañuelos, Gaetano Longo, Aitana Alberti, Elmer Menjívar y Nestor Durán.

0300 pm
Lectura Casa Comunal de San Antonio Los Ranchos de Chalatenango EVENTO PUBLICO P
Victor Casaus, Roberto Becerra, Hanzel Lacayo, Jonatan Lépiz, Francisco Andrés Escobar y Antonio Aguilera.

0500 pm
Foro y presentación del tomo II de la Poesía Completa de Roque Dalton Sala Nacional de Exposiciones Salarrué, Parque Cuscatlán EVENTO PUBLICO P
Pablo Benítez, Luis Alvarenga, Luis Melgar Brizuela y Otoniel Guevara.


Domingo 18 de mayo

Este día los poetas se van a los pueblos, en estos grupos:

Aguilares: Hanzel Lacayo, Javier Alvarado, Andy Young, Khaled Hegazzi y Antonio Aguilera.
Santa Ana: Rei Berroa, Marvin García, Gaetano Longo, José Landa y Harold Alva

Se quedan en San Salvador Luis Manuel Pérez Boitel, Alpidio Alonso Grau, Victor Casaus, Etnairis Rivera y Leonor Silvestri.


Lunes 19 de mayo

1000 am
Lectura Instituto Nacional de Aguilares P
Hanzel Lacayo, Javier Alvarado, Andy Young, Khaled Hegazzi y Antonio Aguilera.

1000 am
Lectura Parque de Texistepeque en Santa Ana EVENTO PUBLICO P
Rei Berroa, Marvin García, Gaetano Longo, José Landa y Harold Alva.

0300 pm
Lectura Colegio Abraham Lincoln de Aguilares P
Hanzel Lacayo, Javier Alvarado, Andy Young, Khaled Hegazzi y Antonio Aguilera.

0300 pm
Lectura Parque de El Porvenir en Santa Ana EVENTO PUBLICO P
Rei Berroa, Marvin García, Gaetano Longo, José Landa y Harold Alva.

0400 pm
“Después del mar, el hombre” Jornada de conferencias sobre José Martí Sala de Maestrías Facultad de Derecho UES EVENTO PUBLICO P
Luis Manuel Pérez Boitel, Alpidio Alonso Grau, Victor Casaus, Ricardo Castrorrivas, Armando Herrera y Luis Alvarenga.

0300 pm
Lectura Expresiones Café Cultural en Santa Ana EVENTO PUBLICO
Rei Berroa, Marvin García, Gaetano Longo, José Landa y Harold Alva.
Martes 20 de mayo

1000 am
Lectura Casa de la Cultura de Suchitoto P
Hanzel Lacayo, Javier Alvarado, Andy Young, Khaled Hegazzi y Antonio Aguilera.

1000 am
Lectura Instituto Nacional “Valentín Estrada Valiente” de Metapán P
Rei Berroa, Marvin García, Gaetano Longo, José Landa y Harold Alva.

1000 am
Lectura Auditorio D de la UCA EVENTO PUBLICO P
Leonor Silvestri, Etnairis Rivera, Fredi Ramón Pacheco, Francisco Andrés Escobar y Marisol Briones.

0600 pm
Lectura Cancha Pública de BKB de Aguijares EVENTO PUBLICO P
Hanzel Lacayo, Javier Alvarado, Andy Young, Khaled Hegazzi y Antonio Aguilera.


Miércoles 21 de mayo

1000 pm
Lectura Complejo Educativo Delfina de Díaz de Guazapa
Hanzel Lacayo, Javier Alvarado, Andy Young, Khaled Hegazzi y Antonio Aguilera.

0600 pm
“El verso interminable” Venta de libros Café Cultural La Lumbre EVENTO PUBLICO P
Todos los poetas



Jueves 22 de mayo

1000 am
Lectura Colegio Belén de Santa Tecla P
Gaetano Longo, Leonor Silvestri, Vladimir Ruiz Tirado, Manuel Barrera y Mauricio Vallejo Márquez.

1000 am
Lectura Universidad Don Bosco de Soyapango EVENTO PUBLICO P
Hanzel Lacayo, Javier Alvarado, Harold Alva, Rei Berroa y Ricardo Lindo.

1000 am
Lectura Colegio Saúl Montero de Ayutuxtepeque P
Marvin García, José Landa, María Cristina Orantes y Elmer Menjívar.

1000 am
Lectura Colegio Miralvalle de San Salvador P
Khaled Hegazzi, Andy Young, Etnairis Rivera, Lauri García y Roberto Quezada.

0300 pm
Lectura Instituto Nacional Albert Camus de San Salvador
Khaled Hegazzi, Andy Young, Marvin García, Hanzel Lacayo y David Juárez.

0300 pm
Lectura DPI P
Javier Alvarado, Harold Alva, Rei Berroa, Roberto Laínez y Elmer Menjívar

0300 pm
Lectura Complejo Educativo Dr. Humberto Romero Alvergue P
Gaetano Longo, Leonor Silvestri, José Landa, Etnairis Rivera, Ramón Hernández y Ricardo Castrorrivas.


Viernes 23 de mayo

1000 am
Lectura Escuela San Alfonso de Mejicanos P
José Landa, Leonor Silvestri, Marvin García, Jorge Haguilar y María Cristina Orantes

1000 am
Lectura Centro Escolar Concha viuda de Escalón P
Harold Alva, Etnairis Rivera, Fredi Ramón Pacheco, Marisol Briones y Mauricio Vallejo Márquez.

1000 am
Lectura Instituto Nacional Walter A Soundy de Santa Tecla
Vladimir Ruiz Tirado, Javier Alvarado, Hanzel Lacayo, Lauri García y Roberto Quezada